FIESTA PROVINCIAL DEL TAREFERO.
En noviembre se realiza la Fiesta Provincial en Concepción de la Sierra, localidad del sur misionero, una gran cuenca productora de la yerba mate. Este evento nació en el año 1976, por iniciativa de un grupo de vecinos que pensó en realizar un homenaje al trabajador de la Yerba Mate “El Tarefero”, a los que con la humildad que los acompaña desde siempre, con la mansedumbre del que acepta su destino como una cruz y la carga sobre sus hombros durante toda su vida, que parece transcurrir con más lentitud que otros, entre cosechas, carpidas, sin importar las condiciones climáticas ellos trabajan desde la salida del sol hasta la caída del crepúsculo. Los tareferos son nuestra gente, gente sencilla que ama los amaneceres, la música, el baile, que sigue mateando alrededor del fogón, desayunando con reviro, conoce lugares asombrados, se tutean con los duendes (invisibles para los demás) y envejecen sin quejarse. Este evento pretende valorar el trabajo del eslabón más sufrido de la cadena de la yerba mate que es el tarefero y su familia, pretende ser el más importante de la Provincia y también de la Nación ya que los primeros yerbales de producción como se conoce actualmente fueron implantados en la zona, la mayor cantidad de producción sale de ésta, es donde existen la mayor cantidad de molinos y hectáreas cultivadas con el producto madre de la Provincia y por lo tanto también existe la mayor masa de trabajadores de la Yerba Mate. Como asimismo “Concienciar y Fomentar el consumo de la Yerba Mate” como sustento económico prioritario en nuestra Zona. Hay que destacar que este Festival fue el primero que se dedicó directamente a realzar el trabajo del tarefero, por lo tanto merece que sea Fiesta Nacional permanente del tarefero, actualmente cuenta con la aprobación de la Cámara de Diputados de la Nación.
---EL CARNAVAL
El carnaval es, en Concepción de la Sierra, una de las más emblemáticas tradiciones. La organización de comparsas, nació como una respuesta popular a la falta de actividades para la juventud en una localidad que supo tener su propio cine en una época dorada. Sin embargo, a finales de los 80, esta inquietud de pocas o nulas oportunidades de esparcimiento fue notoria y vio en el carnaval el motor cultural, social y económico que buscaba la comunidad. Un grupo de vecinos decidió recuperar la tradición que había sido parte del espíritu local en los años 60 y 70. Con recursos escasos pero mucha pasión, organizaron los primeros desfiles
Así, desde 1990 cada verano no solo anuncia calor y días más largos, sino también el renacimiento de una tradición que vibra al ritmo de tambores y lentejuelas. En los primeros días, los trajes eran completamente artesanales, realizados con materiales simples y mucha creatividad. en 1990. Fue el inicio de un movimiento que creció año tras año.
Actualmente, las comparsas Bahiana Samba Show, Maringá, Bahianitos y Maringacitos son las protagonistas de este colorido espectáculo. Grandes y chicos trabajan durante todo el año en la confección de trajes, espaldares, carrozas y en la organización de las presentaciones. El carnaval no distingue edad ni clase social.
Además, la actividad en comunidad no solo refuerza el tejido social, sino que también impulsa la economía local. La preparación de los desfiles mueve desde bordadoras y soldadores hasta músicos y comerciantes. Incluso en años de crisis, el carnaval mostró ser un motor de resiliencia, generando empleo y atrayendo turismo.
El carnaval es, en Concepción de la Sierra, una de las más emblemáticas tradiciones. La organización de comparsas, nació como una respuesta popular a la falta de actividades para la juventud en una localidad que supo tener su propio cine en una época dorada. Sin embargo, a finales de los 80, esta inquietud de pocas o nulas oportunidades de esparcimiento fue notoria y vio en el carnaval el motor cultural, social y económico que buscaba la comunidad. Un grupo de vecinos decidió recuperar la tradición que había sido parte del espíritu local en los años 60 y 70. Con recursos escasos pero mucha pasión, organizaron los primeros desfiles
Así, desde 1990 cada verano no solo anuncia calor y días más largos, sino también el renacimiento de una tradición que vibra al ritmo de tambores y lentejuelas. En los primeros días, los trajes eran completamente artesanales, realizados con materiales simples y mucha creatividad. en 1990. Fue el inicio de un movimiento que creció año tras año.
Actualmente, las comparsas Bahiana Samba Show, Maringá, Bahianitos y Maringacitos son las protagonistas de este colorido espectáculo. Grandes y chicos trabajan durante todo el año en la confección de trajes, espaldares, carrozas y en la organización de las presentaciones. El carnaval no distingue edad ni clase social.
Además, la actividad en comunidad no solo refuerza el tejido social, sino que también impulsa la economía local. La preparación de los desfiles mueve desde bordadoras y soldadores hasta músicos y comerciantes. Incluso en años de crisis, el carnaval mostró ser un motor de resiliencia, generando empleo y atrayendo turismo.
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