El 21 de julio del año 1900, el por ese entonces Presidente de la Nación, Julio Argentino Roca, suscribió el Decreto en el que textualmente dice: “Fúndase con el nombre de Azara una Colonia Agrícola en el Territorio de Misiones”. Al mismo tiempo dicho decreto también establece “el trazado del centro urbano” destinado a la instalación “del pueblo”, que según lo estipulaba la Ley 817 “debería constar de 256 manzanas de 100 metros por costado, con calles de veinte metros de ancho y una calle de circunvalación de 40 metros de ancho que separe el pueblo de las chacras”. También se preveía en esa oportunidad la reserva de terrenos para la plaza principal y para edificios públicos.

Con este antecedente, todos dirán que Azara cumple hoy 124 años de su fundación, pero no es así, sino que oficialmente hoy es su 123º aniversario ya que está instituido que la ciudad nació el 21 de julio, pero de 1901, fecha en que arriban los primeros contingentes de inmigrantes de Polonia y Ucrania, entre otros.

Así está graficado, además, en la piedra histórica de la ciudad que se encuentra en pleno centro y cuya placa fue colocada en 2001, en el centenario del pueblo.

Una rica historia

Los inicios de esta histórica población misionera datan de mucho antes de 1901, ya que en el sitio donde hoy se encuentra asentada Azara se hallaba un establecimiento ganadero creado por los Jesuitas (en el siglo XVII) denominado “Puesto San Antonio” dependiente de la “vaquería” de Yapeyú.

Luego de la expulsión de los Jesuitas la zona fue saqueada por los bandeirantes (ladrones de Brasil), quedando las reducciones jesuíticas y sus estancias abandonadas.

Hacia el año 1800 hubo un intento de colonización por parte de Don José Avilés e Iturbe, Marqués de Avilés, Virrey, Gobernador y Capitán General del Río de La Plata y contó con la colaboración de Don Félix de Azara y Don Joaquín de Alós. La colonización fracasó luego de que el virrey cesara en sus funciones a causa de la guerra de España con Portugal.

Durante la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) pasaron por el sitio las tropas que iban hacia Trincheras de San José (hoy Posadas) y Paraguay. Desde el intento de José Avilés e Iturbe todavía hubo que esperar cien años para que se radiquen los primeros habitantes.

Primeros contingentes

Según datos históricos rescatados décadas atrás, el 26 de agosto de 1897 un grupo de 14 familias (120 personas) provenientes de Galitzia, Austria-Hungría (región hoy repartida entre Polonia y Ucrania), que se dirigían a Estados Unidos, deben optar entre regresar a sus pueblos rurales de origen o emprender otro destino por falta de documentación. En ese entonces el cónsul argentino en Trieste les ofrece tierras para colonizar en su país y aceptan.

Llegados a La Plata sin previo aviso y no comprendiendo su idioma polaco un funcionario reconoce el idioma y manda a llamar de Buenos Aires a un inmigrante que sabía hablar en ambos idiomas -polaco y castellano- que les entiende y da la bienvenida.

En tanto, otros datos históricos aportados en forma reciente indican que un grupo de 15 familias compuesto por 59 personas, 35 mayores y 24 menores.

Al tomar conocimiento de tierras fértiles y virgen en suelo misionero, se comunican con el recién nombrado Gobernador del Territorio Nacional de Misiones, a fines de 1800, para que los reciba.

Finalizados los contactos de manera exitosa, dichas las familias emprenden viaje a Misiones remontando el río Uruguay hasta las cercanías de Garruchos (Corrientes). Luego estas familias ingresan a suelo misionero hasta Apóstoles, donde según se cuenta los recibió el Gobernador Lanusse.

La mayoría se afincó en Apóstoles, aunque un pequeño grupo de colonos, no conformes con la calidad de las tierras, les pide al Gobernador Lanusse otro lugar y éste les ofrece que busquen el sitio que más les guste y que echen raíces.

Así a fines de 1900 y en los albores de 1901 un grupo encabezado por Andrés Czajkowski y las familias de: Víctor Kitajgroki, Juan Micak, Nicolás Czajkowski, José Czajkowski, Juan Raczkowski, Juan Ostapowicz, Tomás Luty y José Yakowitz emprenden viaje al sur y a unos 20 kilómetros de Apóstoles encuentran un sitio adecuado. En ese entonces solo quedaban restos de un asentamiento jesuita en tierras que se conocían como la “Estancia Olguín”.

Estos colonos provenían de ciudades y pueblos de Europa Oriental muchos de los cuales desaparecieron durante las guerras mundiales o cambiaron de nombre con los sucesivos movimientos de fronteras.

Entre estos pueblos se encontraban: Horodenka, Tlumacz, Jezierzany, Oberty, Buczacz, Tarnopol, Peremyshlane, Trembowlia, Kolomyja, Czortkow, Husiatyn, Skalat, Zaleszyczyki, Chortkiw, Borshcziv, Lisko.

Dado que en aquel momento Galitzia pertenecía al Imperio austro-húngaro en los registros de migración figuran como austríacos.

Sus inicios

Los comienzos, como no podían ser de otra manera, fueron duros, ya que los campos estaban degradados o con monte bajo en dicho sector de Misiones. Con escasos recursos pero animados, apoyándose mutuamente, comenzaron a edificar sus viviendas, alambrar, arar y proveerse del sustento diario.

Esas tierras eran parte de la estancia de un tal Granné, de Corrientes, que luego pasó a manos del señor Olguín. A los primeros colonos les afligía la falta de un sacerdote que viviera entre ellos. Para asistir a Misa u otra diligencia espiritual debían ir hasta Apóstoles, a 23 kilómetros de distancia. Muchos hacían ese recorrido a pie.

Sin embargo, eso tendría rápida solución y daría otro impulso al pueblo; ya que a fines de 1903 llega a Apóstoles el padre José Bayerlein Marianski, como colaborador del párroco Uladislao Reinke Zakrzewski; y éste fomenta a la construcción de una capilla, un asilo, escuela, caminos, puentes y un medio de comunicación social entre ambas localidades.

Vale resaltar que estas familias radicadas en Azara escriben a sus parientes en Europa y rápidamente comienzan a llegar contingentes de familias en los sucesivos años, que no solo se radicaron en Azara, sino también en distintos puntos de la tierra colorada iniciándose una rápida colonización de Misiones y la creación de poblado tras poblado a medida que llegaban familias de polacos, ucranianos, alemanes, rusos, entre otros atraídos por la posibilidad de poseer tierras para explotar sin tener que vivir los horrores de la guerra o de un tirano emperador o rey de entonces.

Comisión Municipal y de Fomento

Además, vale recordar que Azara como poblado comienza a funcionar institucionalmente con el establecimiento de su primera Comisión Municipal creada por decreto del gobernador del territorio nacional de Misiones, Juan José Lanusse, el 28 de diciembre de 1904. El mismo estaba integrada por los vecinos Pedro Kruk (presidente); y Adán Whon y Demetrio Glinianiuk (vocales).

Transcurrieron 57 años de vida activa de “Colonia Azara” para que la antigua Comisión Municipal y posteriormente de Fomento se transforme en Municipio. Esto ocurrió un 15 de octubre de 1957, cuando el entonces interventor nacional, Adolfo Pomar suscribió un decreto por el cual se establecía el nacimiento del nuevo Municipio de Azara.

El nombre de la ciudad

El nombre de dicha localidad y según aportes históricos, fue sugerido por el entonces gobernador Juan José Lanusse (1896 a 1905 –estuvo como primer mandatario en Misiones), en reconocimiento y recordación del ingeniero Félix de Azara, militar, capitán de navío de la marina española, aficionado a las humanidades y a otras ciencias, que en América tuvo como misión trabajar en la demarcación de límites de posesiones españolas en litigio con Portugal. Recorrió la Mesopotamia y elaboró importantes estudios sobre la flora, la fauna y los indígenas de estas regiones.

La cripta de la Iglesia San Antonio

Todos los viernes santo se abre la cripta ubicada bajo el presbiterio de la Iglesia San Antonio de Padua de Azara. Es un misterio para muchos difícil de entender, pero la comunidad asiste masivamente, en un hecho único en la provincia, y pocos en el país.

La iglesia de San Antonio con su cripta ubicada debajo del altar mayor, construida con piedras que pertenecientes a las ruinas de la misión. El interior del templo presenta pinturas de los evangelistas con inscripciones en español, polaco y ucraniano.

Esta cripta es de origen antiquísimo, se remonta a los primeros colonos de Azara, que colaboraron con la construcción acercando piedras, en sus carros polacos desde sus chacras, para la realización de la misma. Donde luego se irguió la Iglesia de “San Antonio de Padua” en 1918.

Solo existen 3 Iglesias con criptas similares en la Argentina, y una se encuentra en la localidad de Azara, Misiones, única en la región. 

El primer diario de Misiones

El 16 de noviembre de 1924 se editó el primer periódico del Territorio Nacional de Misiones denominado Oredownik (Procurador Polaco) bajo la dirección hasta 1931 del Padre Marianski y la edición e impresión de Juan Czajkowski.

Entre 1931 a 1950 el periódico ya bajo la dirección de Juan Czajkowski se traslada a la ciudad de Posadas donde continúa su función social, y cultural. Esto es relatado en la biografía del Padre Marianski bajo el título de Un Soldado del Evangelio escrita por Juan Czajkowski su gran colaborador laico.

La centenaria “Piedra de Azara”

La “Piedra de Azara” es un monumento conmemorativo ubicado en el centro de dicha ciudad, el cual conmemora el primer centenario de la localidad. El mismo fue colocado en el año 2001 y dicho monolito resalta con claridad el esfuerzo y dedicación del pueblo de Azara en rescatar los valores históricos y espirituales de sus primeros pobladores, como los de los que aún viven en dicho pueblo.

Fuente: Primera Edición

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