Desde los más pequeños insectos como ñatiú, polvorín y mbarigüí, pasando por los más diversos animales -chanchos, tigres, león, coatí, venado, saracura, tatú, gatos-, sumado al estado o la vegetación existente en el lugar como capuera o yuquerí, dan nombre a varios de los 800 arroyos de Misiones. Bonito y Bonita, son las de mayor cantidad, 23 en total y llevan esa denominación los arroyos existentes en numerosos departamentos. Les supera Itá (piedras), con unos 27 denominaciones, pero con palabras compuestas como Itahú (piedra negra). Lo mismo sucede si en sus inmediaciones la piedra es delgada (Itapirú) o grande (Itaguazú).
Hay quince con el nombre de León y otros 14 con el de Barrero, Barrerito o Barreriño. Sucede lo mismo, para dimensionar el caudal, donde guazú (grande) o miní (chico) es uno de los más utilizados o, identificar las tragedias de los obrajeros con “arroyo Los Muertos”, o reconocer la presencia del “mensú”, y hasta si es “pelado” “papudo”, “pesado” o si provoca “susto” trae “suerte” o “yeta”, este último afluente del arroyo Tacuara, en el municipio de Leandro N Alem.
Hay un arroyo denominado Bizarro, en el departamento Concepción, municipio de Santa María. Según Marcelino Díaz, vecino del pueblo La Corita, quien se asentó con su padre en 1941 en la zona, el suizo Juan Mark, practicó la mensura de dicho pueblo y la colonia en 1942, dando el nombre de Bizarro a este arroyo por estar asentado próximo a sus nacientes un poblador de ese apellido. Miguel Ángel Stefañuk plasmó sus investigaciones en un diccionario geográfico y toponímico de Misiones de inevitable consulta para los interesados en el tema. Entre otros nombres llamativos se encuentran los arroyos Bicudo y Bayo Troncho.
Sin héroes y con miseria
Pero a excepción de algunas denominaciones, los arroyos de Misiones brindaron pocos tributos a sus héroes. Sólo puede resaltarse que a instancia de la presencia de docentes en sus inmediaciones, fue denominado el arroyo Mariano Moreno en colonia Concepción de la Sierra, y recibió similar distinción otro de los secretarios de Gobierno de la primera Junta del 25 de Mayo de 1810, Juan José Paso, también afluente de arroyo Concepción.
Ambas denominaciones quizás se instituyeron impulsadas por educadores de la escuela número 136 del Paraje Paso Porteño.
Es de destacar un importante rescate realizado en Puerto Iguazú. Allí, por iniciativa de Luis Honorio Rolón, fue bautizado como Ramón Ayala al arroyo “sin nombre”. Ello sucedió en diciembre de 1984, rindiendo homenaje al cantautor misionero con el pequeño afluente del río Iguazú.
Es llamativa esta falta de reconocimiento, cuando hasta del nombre de una cerveza salió el de un arroyo, Qimperial, en El Soberbio. De paso, en homenaje por apagar la sed no podía faltar el arroyo Tereré, en el municipio de Caraguatay.
Y se dice que la miseria tiene cara de hereje, aunque esta vez tuvo su reconocimiento. El arroyo Miseria es afluente del arroyo Soberbio, en el municipio de igual denominación. Stefañuk cuenta en su libro que una comisión de trabajos de mensura de la Dirección General de Tierras y Colonización, durante los últimos meses de 1975, trazaba la picada de casi 10 kilómetros de largo que une los arroyos Paraíso o Ipané con El Soberbio. El primer campamento se estableció a orillas del arroyo Paraíso, por entonces emplazado en selva impenetrable. Las condiciones poco favorables por las abundantes lluvias demoraban el trabajo, terminándose además la provisión de alimentos. Hasta los charquis de venado se estaban liquidando. Por eso tuvieron que salir bajo la lluvia por la picada y superar el barrial, para conseguir la provista. Luego prosiguió el trabajo en las inmediaciones y se mudó el campamento, pero los problemas continuaron. De allí surgió el nombre, Miseria, donde padecieron los obreros.
Un intendente sustituyó el Chiquero
Cada arroyo tiene su historia, y algunas son muy conocidas. Otras se perdieron en el tiempo, aunque a veces la propia denominación habla de pertenencia y hasta de discordia. Hay quienes reniegan de algunos nombres puestos por los pioneros sólo por una conveniencia temporal. Sucedió esto en el municipio de Campo Grande con una singular resolución. “El arroyo de cuyo caudal se tomará el líquido elemento para el servicio de agua potable próximo a instalarse en esta localidad (Campo Grande), recibe el nombre de Chiquero. El nombre impuesto, tal vez por los antiguos pobladores del lugar, no solamente es poco decoroso, sino que resulta ajeno a los lineamientos de nuestro dulce y rico idioma castellano”. Por ello, el intendente promulgó con fuerza de ordenanza, el 20 de septiembre de 1978, “sustituir el nombre de arroyo Chiquero por el de Aguas Dulces.
Sin embargo, en el Departamento Guaraní, en el municipio de El Soberbio, no tuvieron inconvenientes con el hábitat habitual del ganado porcino y uno de los arroyos fue bautizado Agua Dos Porcos (agua de los cerdos). De la misma manera, se conservó el arroyo Chancho en el municipio de Apóstoles. En el departamento Capital existe el arroyo La Chancha, aunque más relacionado a la cantera y por ello, haciendo alusión a la chancha como trituradora de roca. También dentro del territorio posadeño hay un curso de agua conocido como La Curtiembre -lugar donde se ubican a los ganados previos al matadero-, actualmente conocido como Vicario.
Tres ríos
Las denominaciones de los ríos también tienen origen criollo, El Paraná (de origen indígena, significa pariente del mar); el Uruguay (río de los caracoles o río de los pájaros); y el lguazú (en la lengua de la comunidad mbya guaraní, agua grande).
Misiones tiene un total de 1.367 kilómetros de fronteras hídricas, según detalla el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec) en el Gran Atlas Misiones.
De Cruz o Cruzinha
Por muertes en las rutas o tragedias similares hay arroyos con nombres como De la Cruz, o su similar Cruzinha, en portugués, como sucede en San Vicente, Concepción y Campo Viera, o la Crucecita de Montecarlo. Por otra parte, el sobresalto de un peón al encontrarse con una víbora dio la denominación de Susto a un arroyo ubicado en Colonia Wanda.
Fuente: Diario El Territorio
Hay quince con el nombre de León y otros 14 con el de Barrero, Barrerito o Barreriño. Sucede lo mismo, para dimensionar el caudal, donde guazú (grande) o miní (chico) es uno de los más utilizados o, identificar las tragedias de los obrajeros con “arroyo Los Muertos”, o reconocer la presencia del “mensú”, y hasta si es “pelado” “papudo”, “pesado” o si provoca “susto” trae “suerte” o “yeta”, este último afluente del arroyo Tacuara, en el municipio de Leandro N Alem.
Hay un arroyo denominado Bizarro, en el departamento Concepción, municipio de Santa María. Según Marcelino Díaz, vecino del pueblo La Corita, quien se asentó con su padre en 1941 en la zona, el suizo Juan Mark, practicó la mensura de dicho pueblo y la colonia en 1942, dando el nombre de Bizarro a este arroyo por estar asentado próximo a sus nacientes un poblador de ese apellido. Miguel Ángel Stefañuk plasmó sus investigaciones en un diccionario geográfico y toponímico de Misiones de inevitable consulta para los interesados en el tema. Entre otros nombres llamativos se encuentran los arroyos Bicudo y Bayo Troncho.
Sin héroes y con miseria
Pero a excepción de algunas denominaciones, los arroyos de Misiones brindaron pocos tributos a sus héroes. Sólo puede resaltarse que a instancia de la presencia de docentes en sus inmediaciones, fue denominado el arroyo Mariano Moreno en colonia Concepción de la Sierra, y recibió similar distinción otro de los secretarios de Gobierno de la primera Junta del 25 de Mayo de 1810, Juan José Paso, también afluente de arroyo Concepción.
Ambas denominaciones quizás se instituyeron impulsadas por educadores de la escuela número 136 del Paraje Paso Porteño.
Es de destacar un importante rescate realizado en Puerto Iguazú. Allí, por iniciativa de Luis Honorio Rolón, fue bautizado como Ramón Ayala al arroyo “sin nombre”. Ello sucedió en diciembre de 1984, rindiendo homenaje al cantautor misionero con el pequeño afluente del río Iguazú.
Es llamativa esta falta de reconocimiento, cuando hasta del nombre de una cerveza salió el de un arroyo, Qimperial, en El Soberbio. De paso, en homenaje por apagar la sed no podía faltar el arroyo Tereré, en el municipio de Caraguatay.
Y se dice que la miseria tiene cara de hereje, aunque esta vez tuvo su reconocimiento. El arroyo Miseria es afluente del arroyo Soberbio, en el municipio de igual denominación. Stefañuk cuenta en su libro que una comisión de trabajos de mensura de la Dirección General de Tierras y Colonización, durante los últimos meses de 1975, trazaba la picada de casi 10 kilómetros de largo que une los arroyos Paraíso o Ipané con El Soberbio. El primer campamento se estableció a orillas del arroyo Paraíso, por entonces emplazado en selva impenetrable. Las condiciones poco favorables por las abundantes lluvias demoraban el trabajo, terminándose además la provisión de alimentos. Hasta los charquis de venado se estaban liquidando. Por eso tuvieron que salir bajo la lluvia por la picada y superar el barrial, para conseguir la provista. Luego prosiguió el trabajo en las inmediaciones y se mudó el campamento, pero los problemas continuaron. De allí surgió el nombre, Miseria, donde padecieron los obreros.
Un intendente sustituyó el Chiquero
Cada arroyo tiene su historia, y algunas son muy conocidas. Otras se perdieron en el tiempo, aunque a veces la propia denominación habla de pertenencia y hasta de discordia. Hay quienes reniegan de algunos nombres puestos por los pioneros sólo por una conveniencia temporal. Sucedió esto en el municipio de Campo Grande con una singular resolución. “El arroyo de cuyo caudal se tomará el líquido elemento para el servicio de agua potable próximo a instalarse en esta localidad (Campo Grande), recibe el nombre de Chiquero. El nombre impuesto, tal vez por los antiguos pobladores del lugar, no solamente es poco decoroso, sino que resulta ajeno a los lineamientos de nuestro dulce y rico idioma castellano”. Por ello, el intendente promulgó con fuerza de ordenanza, el 20 de septiembre de 1978, “sustituir el nombre de arroyo Chiquero por el de Aguas Dulces.
Sin embargo, en el Departamento Guaraní, en el municipio de El Soberbio, no tuvieron inconvenientes con el hábitat habitual del ganado porcino y uno de los arroyos fue bautizado Agua Dos Porcos (agua de los cerdos). De la misma manera, se conservó el arroyo Chancho en el municipio de Apóstoles. En el departamento Capital existe el arroyo La Chancha, aunque más relacionado a la cantera y por ello, haciendo alusión a la chancha como trituradora de roca. También dentro del territorio posadeño hay un curso de agua conocido como La Curtiembre -lugar donde se ubican a los ganados previos al matadero-, actualmente conocido como Vicario.
Tres ríos
Las denominaciones de los ríos también tienen origen criollo, El Paraná (de origen indígena, significa pariente del mar); el Uruguay (río de los caracoles o río de los pájaros); y el lguazú (en la lengua de la comunidad mbya guaraní, agua grande).
Misiones tiene un total de 1.367 kilómetros de fronteras hídricas, según detalla el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec) en el Gran Atlas Misiones.
De Cruz o Cruzinha
Por muertes en las rutas o tragedias similares hay arroyos con nombres como De la Cruz, o su similar Cruzinha, en portugués, como sucede en San Vicente, Concepción y Campo Viera, o la Crucecita de Montecarlo. Por otra parte, el sobresalto de un peón al encontrarse con una víbora dio la denominación de Susto a un arroyo ubicado en Colonia Wanda.
Fuente: Diario El Territorio
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