Las Cataratas del lguazú se formaron hace 100.000 años aproximadamente, en la desembocadura de los ríos lguazú y Paraná. Sobre sus orígenes se explica en el Gran Atlas del Ipec que deben su existencia indirectamente a una gran falla geológica producida donde actualmente tiene su cauce el río Paraná. En efecto, fue prácticamente obra de la “rectificación de este río”, pues enderezó su recorrido entre los saltos del Guayra (230 kilómetros al norte de la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay) y la ciudad de Eldorado (90 kilómetros al sur de la localidad de Puerto lguazú).
Este suceso natural dio como resultado que la costa occidental del Paraná quedara 30 metros más alta que la costa oriental. Sin embargo, y contrariamente a lo que se podría suponer, no nacieron así unas cascadas de 30 metros de altura, pues la actual costa paraguaya se elevó sin afectar en forma directa al río lguazú.
Lo que ocurrió fue que el Paraná socavó su lecho, a partir de entonces más blando debido a que estaba molido por el movimiento de los dos gigantescos bloques. En la búsqueda de su nivel de base, el río descendió hasta estabilizarse en pocos años unos 80 metros debajo de su anterior cota.
Y el lguazú, al no verse afectado por esta falla, vio convertida su desembocadura en una violenta cascada de 80 metros de altura. Desde entonces, las Cataratas retrocedieron 23.000 metros, desde las Tres Fronteras hasta la actual Garganta del Diablo o salto Santa María, en un recorrido muy lento debido a la dureza del basalto, al punto de que han necesitado casi 100.000 años para moverse
No obstante, el verdadero retroceso se produce por erosión química, acelerados por la temperatura de las aguas de este río de origen tropical. En el Gran Atlas se sostiene que no sólo ese río formó cataratas: varios arroyos en Misiones y Paraguay modelaron cascadas en el mismo momento, con un origen similar o idéntico al del lguazú.
Así, además de las Cataratas, otro saltos conocidos son del Moconá, sobre el río Uruguay, y los saltos del arroyo Tabay, cercano a la localidad de Jardín América; Bonito, próximo a Dos de Mayo; Juan Queirel y el Eduardo Holmberg, sobre el arroyo Alegría; el grandioso salto Paca, de 43 metros de altura, cercano al municipio Panambí; el salto Encantado, en el arroyo Cuñapirú Chico, de impresionantes 58 metros de altura; el Berrondo, a pocos kilómetros de Oberá; el Salto Capioví, entre otros de la región.
¿Cómo serán en el futuro?
En el verano de 1977-1978 y en los inicios de este siglo, se pudo observar será el futuro de las Cataratas del lguazú: casi todos los saltos quedaron prácticamente sin agua, y sólo la Garganta del Diablo mostró un caudal aceptable, ya que es la cascada y donde se da mayor erosión y el mayor retroceso. Con los años, el más cautivante encanto de esta maravilla natural irá captando mayor caudal del río, dejando a los otros saltos sin agua, poco a poco, sin que por ello el caudal del río disminuya.
La presencia de piedras en el lecho o en las inmediaciones de los cursos de agua al parecer inspiró a los pobladores para designar como arroyo Itá (piedra) en Dos de Mayo, Campo Grande, Cerro Corá y Profundidad, Santiago de Liniers, Andresito, Posadas, Leandro N. Alem.
Además se conforman palabras compuestas, que llegan con ello a unas 27 denominaciones, de los cuales se citan varios, como Itacaruaré (que traducido quedaría algo así como “lugar donde hace tiempo comen las piedras), que recorre Leandro N Alem, San Javier y Concepción.
También Itacaruarecito (en Itacaruaré) e Itacaraí o Itacaray (dueño de la piedra) en El Soberbio. Itacaruaré Oriental (Leandro N. Alem); Itacarumí (como pequeño lecho de piedra) en Puerto Iguazú); Itacuá (donde abundan las piedras) en el departamento Capital).
Otras versiones son Itacurú (curú es grano y quizás también por lo rugoso) en Campo Ramón y Itacuruzú (curuzú, por cruz) en Montecarlo y Caraguatay.
Y el conocido Itaembé (piedras delgadas como labios), que recorre y forma parte del límite entre Misiones y Corrientes. Tiene sus variedades en arroyos Itaembecito e Itaembé chico y otro miní.
Lo contrario es Itaguazú (grande) en el paraje Cuñá Pirú, Itahú (piedra negra), Itapé (camino de piedras), en Concepción de la Sierra y otro en Libertad.
No pueden quedar afuera Itapirú (delgadas piedras) en El Soberbio e Itapúa (traducido sería piedras con espina, pero quizás se quiera significar piedras filosas o puntiagudas).
Arroyo Chimiray y Paso Carretas
Al arroyo Chimiray, límite natural entre Misiones y Corrientes, distante a tres kilómetros del pueblo de Azara, se le comenzó a dar esa utilidad hacia fines de la década del 60. Marta Catalina Marcelina Potocki de Rendiche, en el libro “Azara, un lugar en mi patria”, recuerda que en tiempos de arribo de los inmigrantes eslavos, el lugar en que actualmente se encuentra el balneario se denominaba Paso Chimiray, mientras que unas cuantas decenas de metros aguas más abajo se encuentra el llamado Paso Carretas, que es por donde transitaban las carretas de los pobladores junto a sus bienes.
“Desde principio de siglo, con los primeros colonos, fue usado por éstos con diferentes fines como ser el de bañar a los caballos de tiro o usar el agua, para lavar ropa en el verano y hasta para el regadío de emergencia de los yerbales en épocas de intensas sequías”, señala el escrito.
Respecto a la etimología del nombre Chimiray, según Stefañuk en el primer tomo del Diccionario Geográfico de las Gobernaciones Nacionales, se le asigna en guaraní el significado de dientes chicos (chimi, como pequeño y rai, diente). Quien escribe este artículo observa que en realidad debería decir entonces decir “michi”-rai (pequeño diente).
A su vez, el Gran Diccionario de la Lengua Guaraní, de Dacunda Díaz, define como pequeño hijo.
Lo cierto es que, como ocurre con otros varios casos citados en este artículo, en su momento quizás se registró el nombre con algunos cambios. Es lo que sucede, por ejemplo, con el arroyo Yasu (del municipio de Libertad), que algunos autores entienden se habría querido señalar como “Yasí”, que significa luna en guaraní.
Casi la totalidad de los límites geográficos de Misiones está delimitada por ríos: el Paraná al Oeste; el lguazú, su afluente, al Norte; el San Antonio al Este, seguido luego por una línea convencional que lo une a las nacientes del río Pepirí Guazú, y por este último hasta el río Uruguay, según detalla el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec) en el Gran Atlas Misiones. Precisamente, corriendo al Sureste de la provincia, el Uruguay cierra el límite internacional. Al Suroeste, en cambio, el límite con Corrientes lo conforman los arroyos ltaembé, Angico y Chimiray: una línea convencional une las nacientes del ltaembé con las del Angico, el cual es, a su vez, afluente del Chimiray, arroyo que cierra el límite interprovincial.
Ríos colectores
Misiones posee un sistema hídrico muy importante, con ríos colectores de gran porte, como el Paraná, el lguazú y el Uruguay. Alrededor de estos tres importantes cursos de agua se hallan aproximadamente 800 arroyos, de los cuales cerca de 270 desembocan en el Paraná, y 120 en el lguazú y el San Antonio, su principal afluente. Los 400 arroyos restantes desembocan hacia el río Uruguay y su afluente, el Pepirí Guazú. La mayoría de estos cauces internos nacen en el sector de las Sierras Centrales y en la altiplanicie de San Pedro, el gran centro dispersor de aguas, y desde allí bajan formando saltos y cascadas con ecosistemas de gran diversidad biológica, sostenida por la humedad ambiente propia de las lloviznas que producen las caídas.
El río Paraná
El nombre Paraná, de origen indígena, significa Pariente del Mar. Si bien su nacimiento se sitúa en la meseta brasileña, el Paraná es el río más significativo de Misiones y, muy probablemente, el más importante de toda la Argentina. El tramo que baña las costas misioneras comprende 330 kilómetros, y sirve de límite político con la República del Paraguay. Su anchura es generosa en casi todo su cauce; sin embargo, el sector de mayor holgura es frente a las costas de Posadas. En ese punto, este enorme río presenta la mayor obra de ingeniería humana sobre su tramo misionero: el Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz, que une a la capital misionera con Encarnación, la tercera ciudad jerárquica del Paraguay. Precisamente en Posadas, donde concluye su recorrido sobre el mapa provincial, es donde el Paraná muestra las transformaciones más sobresalientes que ha sufrido en las últimas décadas debido al embalse de la Represa Binacional Yacyretá. El río lguazú es su principal afluente, pero de Norte a Sur podemos nombrar otros importantes, como el arroyo Urugua-í, Marambás o Grande (donde se encuentra la represa hidroeléctrica provincial más importante), con una longitud de casi 100 kilómetros.
Otros afluentes: Aguaray Guazú, Aguaray Miní, Yacutinga, Santa Elena, Apereá, Piray Miní, nacido cerca de Bernardo de lrigoyen y que posee una longitud de 80 kilómetros; Piray Guazú, de mayor caudal que el Miní; Garuhapé, Mbopicuá, Capioví, Cuñapirú, Tabay, Yabebiry, Garupá, Pindapoy Grande, Zaimán, Divisa, Mártires, Alegre, Carpincho y el ltaembé (límite con Corrientes).
Río Uruguay
Dentro de la cosmología guaranítica, su nombre significa “Río de los Caracoles” o “Río de los Pájaros”. Nace en la Serra Do Mar, Brasil. Sirve de límite internacional con ese país. Su principal afluente misionero es el Pepirí Guazú, con el que cierra el límite internacional. Es un río que no ha alcanzado su equilibrio, de lecho muy pedregoso, con numerosos rápidos y correderas. Debido a ello y a su particular sinuosidad, es navegable sólo en tramos. Entre las desembocaduras del Pepirí Guazú y el arroyo Yabotí se han formado los afamados Saltos del Moconá o Yarequitá-Guazú, de gran atractivo para turistas locales, nacionales y extranjeros, especialmente de los que buscan un turismo de aventura. Se trata de unos saltos desplegados casi longitudinalmente en el río, con caídas de agua de cinco a seis metros de altura.
Río lguazú
Es el principal afluente del Paraná y, a su vez, su tributario más importante es el río San Antonio. Su nombre, en la lengua de la comunidad mbya guaraní, significa Agua Grande. Al Norte de Misiones, este bello río sirve de límite con la República Federativa del Brasil. Unos 18 kilómetros aguas arriba de su desembocadura en el río Paraná se forman las Cataratas del lguazú, un amplio arco de tres kilómetros de extensión y alrededor de 275 saltos, separados entre sí por islotes cubiertos de vegetación y con caídas de hasta 80 metros. Los saltos más importantes son el Floriano Peixoto y el Benjamín Constant, situados en Brasil; el Unión, por donde corre el límite internacional; y los argentinos Mitre, Belgrano, Rivadavia, San Martín, Bossetti, Tres Mosqueteros y Dos Hermanas.
El Uruguay
Los arroyos afluentes de importancia del río Uruguay son los siguientes: Yabotí, Tejas, Chafariz, Tararira, Dorado, Saltiño, Alegre, Acaraguá, Ramón, Chico Alférez, Once Vueltas o Mbororé, Monje o Guerrero, Portera, ltacaruaré, Santa María, Persiguero o Durazno, Concepción, Tunas y, ya en el límite con Corrientes, el Chimiray. Por último, las correderas típicas del río Uruguay son: Las Tejas, La Viuda, Chafariz, Tararira, Yacaré, Murciélago, Salto Roncador y Cumandaí, entre otras.
Este suceso natural dio como resultado que la costa occidental del Paraná quedara 30 metros más alta que la costa oriental. Sin embargo, y contrariamente a lo que se podría suponer, no nacieron así unas cascadas de 30 metros de altura, pues la actual costa paraguaya se elevó sin afectar en forma directa al río lguazú.
Lo que ocurrió fue que el Paraná socavó su lecho, a partir de entonces más blando debido a que estaba molido por el movimiento de los dos gigantescos bloques. En la búsqueda de su nivel de base, el río descendió hasta estabilizarse en pocos años unos 80 metros debajo de su anterior cota.
Y el lguazú, al no verse afectado por esta falla, vio convertida su desembocadura en una violenta cascada de 80 metros de altura. Desde entonces, las Cataratas retrocedieron 23.000 metros, desde las Tres Fronteras hasta la actual Garganta del Diablo o salto Santa María, en un recorrido muy lento debido a la dureza del basalto, al punto de que han necesitado casi 100.000 años para moverse
No obstante, el verdadero retroceso se produce por erosión química, acelerados por la temperatura de las aguas de este río de origen tropical. En el Gran Atlas se sostiene que no sólo ese río formó cataratas: varios arroyos en Misiones y Paraguay modelaron cascadas en el mismo momento, con un origen similar o idéntico al del lguazú.
Así, además de las Cataratas, otro saltos conocidos son del Moconá, sobre el río Uruguay, y los saltos del arroyo Tabay, cercano a la localidad de Jardín América; Bonito, próximo a Dos de Mayo; Juan Queirel y el Eduardo Holmberg, sobre el arroyo Alegría; el grandioso salto Paca, de 43 metros de altura, cercano al municipio Panambí; el salto Encantado, en el arroyo Cuñapirú Chico, de impresionantes 58 metros de altura; el Berrondo, a pocos kilómetros de Oberá; el Salto Capioví, entre otros de la región.
¿Cómo serán en el futuro?
En el verano de 1977-1978 y en los inicios de este siglo, se pudo observar será el futuro de las Cataratas del lguazú: casi todos los saltos quedaron prácticamente sin agua, y sólo la Garganta del Diablo mostró un caudal aceptable, ya que es la cascada y donde se da mayor erosión y el mayor retroceso. Con los años, el más cautivante encanto de esta maravilla natural irá captando mayor caudal del río, dejando a los otros saltos sin agua, poco a poco, sin que por ello el caudal del río disminuya.
La presencia de piedras en el lecho o en las inmediaciones de los cursos de agua al parecer inspiró a los pobladores para designar como arroyo Itá (piedra) en Dos de Mayo, Campo Grande, Cerro Corá y Profundidad, Santiago de Liniers, Andresito, Posadas, Leandro N. Alem.
Además se conforman palabras compuestas, que llegan con ello a unas 27 denominaciones, de los cuales se citan varios, como Itacaruaré (que traducido quedaría algo así como “lugar donde hace tiempo comen las piedras), que recorre Leandro N Alem, San Javier y Concepción.
También Itacaruarecito (en Itacaruaré) e Itacaraí o Itacaray (dueño de la piedra) en El Soberbio. Itacaruaré Oriental (Leandro N. Alem); Itacarumí (como pequeño lecho de piedra) en Puerto Iguazú); Itacuá (donde abundan las piedras) en el departamento Capital).
Otras versiones son Itacurú (curú es grano y quizás también por lo rugoso) en Campo Ramón y Itacuruzú (curuzú, por cruz) en Montecarlo y Caraguatay.
Y el conocido Itaembé (piedras delgadas como labios), que recorre y forma parte del límite entre Misiones y Corrientes. Tiene sus variedades en arroyos Itaembecito e Itaembé chico y otro miní.
Lo contrario es Itaguazú (grande) en el paraje Cuñá Pirú, Itahú (piedra negra), Itapé (camino de piedras), en Concepción de la Sierra y otro en Libertad.
No pueden quedar afuera Itapirú (delgadas piedras) en El Soberbio e Itapúa (traducido sería piedras con espina, pero quizás se quiera significar piedras filosas o puntiagudas).
Arroyo Chimiray y Paso Carretas
Al arroyo Chimiray, límite natural entre Misiones y Corrientes, distante a tres kilómetros del pueblo de Azara, se le comenzó a dar esa utilidad hacia fines de la década del 60. Marta Catalina Marcelina Potocki de Rendiche, en el libro “Azara, un lugar en mi patria”, recuerda que en tiempos de arribo de los inmigrantes eslavos, el lugar en que actualmente se encuentra el balneario se denominaba Paso Chimiray, mientras que unas cuantas decenas de metros aguas más abajo se encuentra el llamado Paso Carretas, que es por donde transitaban las carretas de los pobladores junto a sus bienes.
“Desde principio de siglo, con los primeros colonos, fue usado por éstos con diferentes fines como ser el de bañar a los caballos de tiro o usar el agua, para lavar ropa en el verano y hasta para el regadío de emergencia de los yerbales en épocas de intensas sequías”, señala el escrito.
Respecto a la etimología del nombre Chimiray, según Stefañuk en el primer tomo del Diccionario Geográfico de las Gobernaciones Nacionales, se le asigna en guaraní el significado de dientes chicos (chimi, como pequeño y rai, diente). Quien escribe este artículo observa que en realidad debería decir entonces decir “michi”-rai (pequeño diente).
A su vez, el Gran Diccionario de la Lengua Guaraní, de Dacunda Díaz, define como pequeño hijo.
Lo cierto es que, como ocurre con otros varios casos citados en este artículo, en su momento quizás se registró el nombre con algunos cambios. Es lo que sucede, por ejemplo, con el arroyo Yasu (del municipio de Libertad), que algunos autores entienden se habría querido señalar como “Yasí”, que significa luna en guaraní.
Casi la totalidad de los límites geográficos de Misiones está delimitada por ríos: el Paraná al Oeste; el lguazú, su afluente, al Norte; el San Antonio al Este, seguido luego por una línea convencional que lo une a las nacientes del río Pepirí Guazú, y por este último hasta el río Uruguay, según detalla el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec) en el Gran Atlas Misiones. Precisamente, corriendo al Sureste de la provincia, el Uruguay cierra el límite internacional. Al Suroeste, en cambio, el límite con Corrientes lo conforman los arroyos ltaembé, Angico y Chimiray: una línea convencional une las nacientes del ltaembé con las del Angico, el cual es, a su vez, afluente del Chimiray, arroyo que cierra el límite interprovincial.
Ríos colectores
Misiones posee un sistema hídrico muy importante, con ríos colectores de gran porte, como el Paraná, el lguazú y el Uruguay. Alrededor de estos tres importantes cursos de agua se hallan aproximadamente 800 arroyos, de los cuales cerca de 270 desembocan en el Paraná, y 120 en el lguazú y el San Antonio, su principal afluente. Los 400 arroyos restantes desembocan hacia el río Uruguay y su afluente, el Pepirí Guazú. La mayoría de estos cauces internos nacen en el sector de las Sierras Centrales y en la altiplanicie de San Pedro, el gran centro dispersor de aguas, y desde allí bajan formando saltos y cascadas con ecosistemas de gran diversidad biológica, sostenida por la humedad ambiente propia de las lloviznas que producen las caídas.
El río Paraná
El nombre Paraná, de origen indígena, significa Pariente del Mar. Si bien su nacimiento se sitúa en la meseta brasileña, el Paraná es el río más significativo de Misiones y, muy probablemente, el más importante de toda la Argentina. El tramo que baña las costas misioneras comprende 330 kilómetros, y sirve de límite político con la República del Paraguay. Su anchura es generosa en casi todo su cauce; sin embargo, el sector de mayor holgura es frente a las costas de Posadas. En ese punto, este enorme río presenta la mayor obra de ingeniería humana sobre su tramo misionero: el Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz, que une a la capital misionera con Encarnación, la tercera ciudad jerárquica del Paraguay. Precisamente en Posadas, donde concluye su recorrido sobre el mapa provincial, es donde el Paraná muestra las transformaciones más sobresalientes que ha sufrido en las últimas décadas debido al embalse de la Represa Binacional Yacyretá. El río lguazú es su principal afluente, pero de Norte a Sur podemos nombrar otros importantes, como el arroyo Urugua-í, Marambás o Grande (donde se encuentra la represa hidroeléctrica provincial más importante), con una longitud de casi 100 kilómetros.
Otros afluentes: Aguaray Guazú, Aguaray Miní, Yacutinga, Santa Elena, Apereá, Piray Miní, nacido cerca de Bernardo de lrigoyen y que posee una longitud de 80 kilómetros; Piray Guazú, de mayor caudal que el Miní; Garuhapé, Mbopicuá, Capioví, Cuñapirú, Tabay, Yabebiry, Garupá, Pindapoy Grande, Zaimán, Divisa, Mártires, Alegre, Carpincho y el ltaembé (límite con Corrientes).
Río Uruguay
Dentro de la cosmología guaranítica, su nombre significa “Río de los Caracoles” o “Río de los Pájaros”. Nace en la Serra Do Mar, Brasil. Sirve de límite internacional con ese país. Su principal afluente misionero es el Pepirí Guazú, con el que cierra el límite internacional. Es un río que no ha alcanzado su equilibrio, de lecho muy pedregoso, con numerosos rápidos y correderas. Debido a ello y a su particular sinuosidad, es navegable sólo en tramos. Entre las desembocaduras del Pepirí Guazú y el arroyo Yabotí se han formado los afamados Saltos del Moconá o Yarequitá-Guazú, de gran atractivo para turistas locales, nacionales y extranjeros, especialmente de los que buscan un turismo de aventura. Se trata de unos saltos desplegados casi longitudinalmente en el río, con caídas de agua de cinco a seis metros de altura.
Río lguazú
Es el principal afluente del Paraná y, a su vez, su tributario más importante es el río San Antonio. Su nombre, en la lengua de la comunidad mbya guaraní, significa Agua Grande. Al Norte de Misiones, este bello río sirve de límite con la República Federativa del Brasil. Unos 18 kilómetros aguas arriba de su desembocadura en el río Paraná se forman las Cataratas del lguazú, un amplio arco de tres kilómetros de extensión y alrededor de 275 saltos, separados entre sí por islotes cubiertos de vegetación y con caídas de hasta 80 metros. Los saltos más importantes son el Floriano Peixoto y el Benjamín Constant, situados en Brasil; el Unión, por donde corre el límite internacional; y los argentinos Mitre, Belgrano, Rivadavia, San Martín, Bossetti, Tres Mosqueteros y Dos Hermanas.
El Uruguay
Los arroyos afluentes de importancia del río Uruguay son los siguientes: Yabotí, Tejas, Chafariz, Tararira, Dorado, Saltiño, Alegre, Acaraguá, Ramón, Chico Alférez, Once Vueltas o Mbororé, Monje o Guerrero, Portera, ltacaruaré, Santa María, Persiguero o Durazno, Concepción, Tunas y, ya en el límite con Corrientes, el Chimiray. Por último, las correderas típicas del río Uruguay son: Las Tejas, La Viuda, Chafariz, Tararira, Yacaré, Murciélago, Salto Roncador y Cumandaí, entre otras.
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